Padre Bartolini escribe sobre su caso

Deja de ser cómplice de las injusticias de los poderosos!

Mario Bartolini, CP

Agradezco con sincero corazón a todas las personas e instituciones de todas partes del mundo que se han solidarizado, no sólo conmigo, sino con todos los desposeídos de sus derechos. 

Como sacerdote y religioso Pasionista he hecho lo que tenía que hacer, en fuerza de mi fe en Cristo, que sufre, no en una fría cruz sino en tantas personas ofendidas en su dignidad: ser “la voz de los que no tienen voz” porque los,  a quienes se les llaman “poderosos”, les han arrebatado el derecho de ser personas con todos los derechos, para ser los esclavos de una minoría (esclavos rurales sin plenos derechos laborales) y para imponer, con la ilegalidad hecha ley y la inconstitucionalidad de muchas normas, la corrupción, el soborno, la fuerza policial y militar, un modelo de desarrollo,  inhumano, excluyente e insostenible, que significa más riqueza para unos pocos (lo ricos epulones de los tiempos modernos) y más pobreza y marginación para las mayorías y destrucción del  medio ambiente amazónico con toda la riqueza en su biodiversidad.

La resistencia, justa y legal de los pueblos amazónicos (originarios, indígenas, ribereños, campesinos) contra un sistema de gobierno que persiste en no reconocer, no sólo los derechos sino la existencia de poblaciones, debería contribuir a crear, a nivel mundial, no solo una conciencia ecológica, en orden a la defensa de la vida sobre el planeta tierra sino también a despertar la responsabilidad mundial hacia las víctimas del sistema imperante. Parece que la convivencia mundial haya hecho propia la respuesta de Caín a Dios:  “Acaso soy yo el responsable de mi hermano?”. Botemos en el basurero del tiempo, esta historia marcada de complicidad (“nos hemos acostumbrado a vivir sobre el sufrimiento ajeno y eso lo consideramos normal)  y recuperemos el sentido comunitario y solidario de una vida verdaderamente humana.

No se les reconocen a nuestros pueblos el derecho de vivir “en su territorio”  y de ser “los gestores” de su propio futuro y de su propio desarrollo: por eso  se pone en venta a la Amazonía y a los amazónicos. Los que están llevando adelante este “sucio negocio” demuestran todo su cordial desprecio hacia la realidad y la pluriculturalidad amazónica…  están decididos en destruirla, para favorecer los intereses de las multinacionales:  el territorio patrio, puesto al servicio de  los intereses de otras naciones.

No sé cómo va a terminar el proceso en curso: está en marcha  una apelación. Pero percibo claramente cuál es la intención del gobierno y de los grupos de poder económico.

El problema amazónico sigue vigente, independientemente del resultado final del proceso en curso.

Necesitamos estrechar nuestras manos, unir nuestros  gritos de protesta, presionar a los responsables de los gobiernos para que respeten los derechos de todas las personas a vivir en dignidad y en un ambiente saludable.

Como conclusión, hago mías las palabras de  madre Teresa de Calcuta:

“Dios siempre cuida de sus criaturas, pero lo hace a través de los hombres. Si alguna persona muere de hambre o de pena, no es porque Dios no lo haya cuidado: es porque nosotros no hicimos nada para ayudarla, no fuimos instrumento de su amor, no supimos reconocer a Cristo bajo la apariencia de ese hombre desamparado, de ese niño abandonado”o de ese campesino despojado de su dignidad y de su futuro.

Manos  a la obra:  es posible un mundo diferente. Y lo vamos a conseguir cuando dejaremos de ser cómplices de la injusticia de los poderosos.

Saludos

Hasta pronto

Padre  Mario Bartolini, CP

2 COMENTARIOS

  1. Ojala sean sinceras las apreciaciones del sacerdote este, porque es bien sabido que la iglesia ha estado siempre en contubernio con los gobiernos para someter a los pueblos, despojandolos de su identidad. El arrepentimiento y los buenos deseos no son suficiente, tenemos que poner realmente en practica las ensenanzas de Jesus, despojandonos de egoismo y avaricia, la iglesia tiene que ser abanderada en este aspecto. Este sistema opresivo se alimenta del sufrimiento de los desposeidos, los grandes capitales abarrotan las arcas de los bancos, quedando muy poco para repartir entre la mayoria de pobladores del planeta.

  2. Oido para los «políticos», que solo buscan vivir del poder y de sus hermanos indígenas. Para losque siempre estan segundones y viven a costa de los apoyos para sus campañas, den siempre al que necesita y no solo en las épocas de circo electoral.

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