Esther y los maestros

Todos los días, mejor dicho la noche voy al colegio que queda más o menos a 10 kilómetros del centro de la ciudad. Como siempre sucede en los colegios nocturnos la mayoría de alumnos provienen de hogares humildes y dispersos, adolescentes y adultos que tienen sus familias en otras provincias u otros departamentos, mujeres que se dedican a las labores domésticas y los varones generalmente a la construcción. La mayoría de ellos llegan cansados casi para dormir y peor aún pasada casi una hora del horario establecido y muchas veces también se van antes porque tienen obligaciones de familia. No se puede hacer casi nada para cambiar esta historia, sólo que cuando se anuncian paralizaciones o protestas los primeros en oponerse son ellos.

Esther, es una de estas alumnas que siempre protesta porque considera que el pago de cinco soles al inicio de año debe ser retribuido con la puntualidad de los maestros y la preparación de clases exhaustiva para que los profesores demuestren que “no se lleven la plata sin hacer nada”, Pelea en el  takanakuy porque es fiel y honrosamente descendiente de los Chumbibilcas, esos pobladores del sur de Cuzco que tienen como afición desde los tres años pelear en vez de hablar. Y ella pelea con sus iguales a veces y a veces con mujeres que le superan en peso y tamaño, no le tiene miedo a los puños, participa en los campeonatos del Takanakuy cada vez que se organizan y tiene  sus fajas a la cintura que las lleva al colegio orgullosa y para que todos – incluido los profesores – sepan que ella es de Chumbibilcas y que no aguanta pulgas.

Ayuda en su casa, que es la manera diplomática de no decir que en su casa es explotada sin cuartel, pues de no ser así, entonces no estudiaría en la noche. Ella lo sabe pero no lo dice porque es orgullosa pero eso sí, protesta cuando alguien intenta llegar tarde o se quieren relajar los profesores o si estos intentan acatar alguna huelga. Eso sucedió cuando el Sutep anunció una paralización de 24 horas a favor de la educación pública y en defensa de la enseñanza estatal y de pasadita reclamando el aumento de los sueldos de los maestros. Esther no cree en vainas y considera que los profesores no tienen derecho a reclamar porque “ ya son lo suficientemente burros como para querer ganar más”.

Nadie la puede contrariar porque es de armas tomar. Antes de suspender las labores por motivos de la huelga se le ha explicado que lo que intenta hacer el gobierno es destruir el sindicato con el argumento que si los docentes ingresan a la carrera pública magisterial ganarán el doble y hasta el triple.  ¿Profesora, Ud. cuánto gana ahorita? Le dijo en plena reunión a una docente que se mataba explicando los argumentos del porque no iba a haber labores. “No gano mucho”, le contestó. ¿Cuánto?, le volvió a `preguntar. “Bueno con descuentos apenas mil soles”, le dijo minimizando la cifra.

Todos los alumnos se miraron exagerando un gesto de extrañeza. “Pero eso no alcanza para la canasta familiar”, le replicó la profesora. Esther sacó sus cuentas y dijo que no entendía lo que le acababan de decir pero si de algo estaba segura haría lo posible para estudiar educación y ser como ella. La docente la vio y evitó seguirle la conversación y no seguir con el argumento de la lucha contra el gobierno y la división de los maestros, en realidad se dio cuenta que por ahí no era la cosa y que mejor sería decirle a todos los alumnos ahí reunidos que se tomaran el día libre y que no fueran a clases, ese dato hizo feliz a todos y sin mediar en las explicaciones de Esther todos empezaron a salir de la reunión felices por las “vacaciones” de un día, que en la noche en realidad son dos.

Yo no le dije nada a Esther porque la he visto pelear en las competencias cuerpo a cuerpo y sé que es tan valiente que podría pegarle a cualquiera. Si la profesora la hubiera visto seguro que no hubiera osado levantarle la voz en plena reunión. Los alumnos no fueron y los maestros tampoco asistieron a la protesta, ambos grupos se quedaron en sus casas pensando en cuál debería ser el próximo pretexto para faltar otro día más.

1 COMENTARIO

  1. APLAUDIR A TAN VALIENTE ESTHER, DE CHUMBIBILCAS, POR TAN OSADA PREGUNTA, PERO AGREGAR QUE NO SOLO LOS MAESTROS SE QUEJAN DE ESTO, EN SECTOR EDUCACION VA POR EL MISMO MAL CAMINO SOLO QUE AQUI SI ES UN CRIMEN POR QUE SE TRATA DE LA SALUD DE HUMANOS. HAY QUIENES QUIEREN GANAR MAS TRABAJANDO POCO.

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