COLUMNA: PIEDRA DE SOL

                                                                                         

   Por: Gerald  Rodríguez. N

 

La diferencia salpica de lejos cuando el actual Presidente de la República,  Ollanta Humala Taso, en el 2011, candidato por el partido nacionalista, incitó en sus discursos alentadores y nacionalista, “que el pueblo tiene derecho a protestar”, esto haciendo alusión a los proyectos mineros que se venían proyectando, omitiendo los estudios de impacto ambiental, del entonces gobierno panzón del Presidente Alan García. En la actualidad, hoy presidente de todos los peruanos, no solo se atreve a cambiar de discurso, sino que se lanza a decir “que el que se opone a la inversión es un delincuente”, haciendo referencia a los pueblos que buscan que estos proyectos mineros no vayan, ya que alterará el ecosistema y atenta contra la vida de los campesinos, además dijo, que en la protesta de Arequipa, en contra del proyecto “Tía María”, está también inmerso el grupo terrorista “sendero luminoso”, orientando el destino de desagracia por segunda vez del país. Lo que se pretende hacer entender entonces, con estas nuevas versiones es que, ¿el que protesta en el Perú es terrorista? ¿Acaso el campesino es terrorista? ¿Acaso no sabe el Presidente que sendero luminosos es un fantasma en la historia del Perú y que el MOVADEF fue desarticulado de las universidades y no suman más que unos cuantos fantasmitas en la capital?, ¿y los que están en la protesta acaso no son solo campesinos que buscan preservar la vida de su pueblo? ¿Acaso Arequipa es terrorista? ¿No solo será un pretexto para justificar las próximas muertes?

El Estado de gobierno no solo pasa por defender el interés nacional, sino también por defender la vida de aquellos que la conforman, sus intereses, sus derechos. ¿Acaso la gobernabilidad no pasa por saber lo que le conviene a un pueblo? Sin embargo la inestabilidad en Arequipa, el enfrentamiento del Estado con la población y el lavado de manos de un Presidente inepto, forma parte de manual de políticos ineptos que tenemos en el país. La vida está sobre cualquier interés lucrativo, el desarrollo es importante pero también la vida, pero el Presidente se ha convertido no en abogado del pueblo sino del diablo, de los grandes interés trasnacionales. Es vergonzoso que en el Perú se esté viniendo estos enfrentamientos salvajes de los medios de represión del Estado con lo que piden vida y salubridad. Esta dictadura militar en miniatura que pretende ser más adelante algo más que una miniatura, impone lo mandados de los intereses ajenos al pueblo y solo busca no responder al desarrollo sino a los intereses de los que nos mantienen en la pobreza eterna.

Ahora el campesino que pide que no se le contamine sus sembríos y que pide cuidar el agua es terrorista, y el terrorismo de Estado, que reprime y mata al pueblo porque se opone a sus ideas erróneas ¿acaso algún día será remplazado por un Estado que con creatividad se olvide de los recursos mineros y busque otra forma de desarrollar el país? ¿Para que elegimos un presidente, para que mate o preserve la vida de los que le eligieron? La  noche más larga del gobierno está por venir.