Es una frase en inglés quiere decir, como siempre, sin cambiar la tendencia. Es para referirnos a una situación en la que no se varía el guión aprendido. Esto se pudiera llevar al actual escenario político de cara a unas elecciones en Perú y en las negociaciones de un nuevo gobierno en España- recordemos que en España el sistema de representación política es del sistema parlamentario. Es decir, las fuerzas políticas deben negociar un nuevo gobierno entre las fuerzas más votadas e inclusive se puede nombrar a una tercera persona ajena a los partidos políticos como jefe de gobierno como así lo vimos en Italia con el llamado gabinete técnico. Lamentablemente, en ambos escenarios los actores políticos repasan, interpretan y teatralizan el guión aprendido sin variar una coma. En el caso peruano luego de un escenario de postconflicto los partidos políticos y sus representantes se siguen comportando como en antaño como si la violencia política y muertes no nos han enseñado nada. Una muestra de ellos es la financiación de los partidos políticos, más aún cuando dicen que el narcotráfico está teniendo algo que ver con esa financiación. Sin embargo, las élites políticas se muestran muy ajenas a los intereses de los votantes por la transparencia en este ámbito. Sabemos que la desigualdad gana la batalla y hay pocas propuestas como plantarle cara a esta injusticia social. Más aún en el caso de Loreto, la falta de propuesta se agudiza entre los candidatos y candidatas donde no hay ninguna idea contra el centralismo político, pareciera que se hubiera bajado los brazos en este tema. En una región como Loreto no tener ideas sobre el centralismo es un claro síntoma del bajo nivel político en que nos hallamos. Ni que decir sobre la contaminación petrolera en nuestros ríos, la boca está cerrada. En el contexto de España los partidos políticos juegan al “tactismo”, no se sientan a negociar y sí lo hacen los acuerdos dan la impresión que son poco claros – como se comportaban los partidos de la casta política/partidos tradicionales. Todo regresa a ese nivel donde nada cambia. Que frustración.