Cuando se aborda el caucho se piensa que este período es un bloque homogéneo, sólido. Que no hay boquetes. Pensar así es partir de una falsa premisa y hay que desandar ese camino. Que allá están los buenos y por aquí los malos, es una frontera poco saludable y maniquea.  No es el más aconsejado. Cuando visitaba los archivos de la Corte Superior de Loreto con Gabriel García Villacrez en la búsqueda de expedientes sobre el caucho y encontrarme con el litigante de purmas [terreno de barbecho, rastrojos que se deja en descanso para luego volver a usarlo] Bonifacio Pisango me estaba dando una enseñanza de la discontinuidad [es Foucault] y hacía una muesca sobre ese presumible bloque macizo de la historia oficial. No hay que quitar mérito al auspiciador de ese litigio como fue Santiago Cárdenas (a quien encontré en los archivos de la Corte Superior de San Martín en Moyobamba, y antes en los archivos de Cajamarca). Quizás por eso cohorte oficialista silenció este texto, el de Bonifacio porqué dio en la diana de ese monolítico bloque. Nos pueden impugnar señalando que ese expediente es único. Pero sale al encuentro Marcelina Huansi que litiga sus gomales contra un ciudadano alemán Juan Ledke [el expediente muestra el racismo de entonces contra los indígenas, más si ella era mujer] y seguramente habrá más casos pero, desgraciadamente, el fuego del incendio en el sótano del Palacio de Justicia de Loreto devoró esos expedientes. Pero siguen saliendo esas fisuras. Hace poco Percy Vílchez nos mostraba en una crónica bajo el título “El cauchero Venancio”, que era un indígena asháninka y cauchero, del fundo “Washington”, quien compraba y vendía caucho, habilitaba a otras personas. Vílchez aporta más datos de Venancio en el libro “Época del caucho: Retratos del horror”. Es decir, ingresó al mundo del mercado de entonces, conocía sus reglas, mercado ya conectado al mercado global. Lo interesante ante fisuras como éstas que es que se promueva ese debate sobre la explotación de ese recurso natural y otros también en la actualidad, y aprender de las lecciones que nos ha dejado ese período de bonanza y miseria también.

https://proycontra.com.pe/2013/02/11/el-cauchero-indigena/

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