Una duda recurrente que se genera a la mesa es ¿cuándo es el momento adecuado para beber agua durante la ingestión de alimentos: antes, durante o después?, si tomo agua antes de la comida ¿me llenaré antes y bajaré de peso?, ¿es malo para la digestión el tomar agua mientras como?

Bueno, primero que nada, el agua contiene cero calorías, es imposible que te llenes completamente de agua y entonces decidas comer menos, por ende adelgaces. Sí, se ha demostrado que te da una sensación de saciedad pero no por ello es un método efectivo para bajar de peso, ayuda pero no es seguro.

Sobre la temperatura del agua, existen varios mitos al respecto. Uno de ellos resultó ser una realidad: beber agua fría puede ser dañino. Un vaso de agua fría en la comida se disuelve y el intestino la absorbe, rápidamente se transforma en tejido adiposo, lo que quiere decir que los alimentos se vuelven grasa que va directa a las arterias.

Ahora, todo lo contrario, tomar un vaso con agua al despertar y uno al dormir, hacer que la comida del día vaya circulando con normalidad.

Pero, beber agua durante la comida es uno de los mitos más frecuentes. Aquí la respuesta.

Los expertos indican que esto es falso pues ocurre todo lo contrario, el agua estimula el funcionamiento renal y nos ayuda a equilibrar los niveles hídricos del cuerpo, sin importar la hora que sea o lo que estemos haciendo. Aunque se sigue estudiando sobre el tema, no es una respuesta definitiva y del todo clara.

La cantidad recomendada son ocho vasos como mínimo durante el día, fuera de las tres comidas principales. En la noche, es bueno consumir dos o tres vasos de agua en el espacio de una hora y esperar 30 minutos hasta cenar, y durante el día se recomienda beber agua cada treinta minutos, sobre todo en verano y aunque no tengamos sed.