200 Cerbatanas. (Small)

Esa discusión de que el Sur pobre e ignorante vota por la izquierda es una reverenda cojudez. Una lectura de un pajero mental desde un escritorio limeño de un medio de comunicación. De algún ahuevado que no conoce la realidad ni por turismo mochilero. Que digo por turismo, ni siquiera por conocer algunos datos estadísticos que producen estos gobiernos que tanto les gustan a los limeños y norteños (como para caer en sus generalidades). Hay que ser bien huevas para no darse cuenta y etiquetar así a la mayoría de esta gente que vive por el sur.

 Hace varios años los índices ECE se lo llevan lejos las regiones de Tacna, Moquegua y Arequipa. Es decir sus alumnos hace rato que están por encima de todos en el Perú. Cuzco ha subido en las dos últimas evaluaciones espectacularmente y Puno está en esa onda, un poco más rezagado, pero en el promedio nacional por encima de varias regiones que votaron por las KK. En índices de productividad y crecimiento Arequipa y Tacna son primeros en años. La pobreza ya está focalizada e identificada y eso fácil su erradicación. En Moquegua hay empleo pleno.

En Puno casi todos viven del comercio. Son, para decirlo de alguna manera, los judíos del Perú, con desordenes propios del folclore, costumbres y códigos propios de los aymara y la transculturización hispana, pero de lejos lo que menos quisieran es un Estado que les imponga más presencia y control a sus actividades. Es más ellos podrían votar por alguien que promueva la anarquía y el capitalismo pleno.

 Así como Tupac Amaru se reveló contra un estado hispano y lejano porque tenía sus propios intereses de próspero comerciante y burgués andino que exigía la presencia de su grupo comerciante mediante otro modelo, así también podría ser la expresión y significado de su votación actual en las últimas elecciones. Nadie que conozca el “auge” de la minería informal en esa zona podría decir que son unos pobres que viven estirando la mano a un estado ausente. Existe ese sector, claro, pero a ver si no lo hay en Comas, san Juan de Lurigancho en Lima, El Porvenir en Trujillo o Belén en Iquitos. Numéricamente estos superan en esas cifras de pobreza.

Socialmente no hay una respuesta contra Lima. ¿Cómo si telepáticamente se hubieran puesto de acuerdo y votar contra Lima. Cojudeces. Si hay una rebelión contra el estado, claro que está en Lima, pero no contra el grupo social, donde además muchos tienen sus casas, familias y sus generaciones son emergentes. Arequipa se volteó a favor de PPK porque Verónika empezó con ese cuento que se debería reformular Majes, apelando al reclamo de sus paisanos cuzqueños. Igual sacó un empate técnico. El cambio es su principal impulso del sur en estos comicios. Diría incluso la fe y esperanza, que normalmente es traicionado en las últimas elecciones, pero bueno, ya sabemos eso.

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