[Padre, madre e hijo uitotos exponen en Lima].

Escribe: Jaime Vásquez Valcarcel

Jaimevasquez2002@gmail.com

“Nereyda López, Santiago y Rember Yahuarcani son una familia de artistas indígenas y cada uno de ellos ha logrado manifestar desde su punto de vista el extraordinario mundo físico y espiritual de la ancestral nación Uitota, en especial del Clan Áimeni, el Clan de la Garza Blanca del cual son miembros”.

Rember Yahuarcani siempre está sonriente. Pero hoy tiene mayores motivos. Porque en una de las salas del Museo Andrés del Castillo del céntrico Jirón de la Unión en Lima expone sus obras junto a su clan. Su madre, Nereyda López, diestra en la elaboración de cerámicas con semillas y escamas de paiche, muestra su artesanía. Su padre, Santiago Yahuarcani, diestro en echar pinturas naturales a la llanchama, expone sus obras.

Cada vez que encuentro a Rember lo hallo irreconocible. Siempre con algo diferente. Sea en el día o en la noche. Sea en Iquitos o en Lima. Y, siempre, con algunos proyectos en la mente y varias publicaciones entre los brazos. Y, también, próximo a un viaje ya sea al extranjero o su natal Pevas, a donde cada cierto tiempo llega para nutrirse y revitalizarse junto a sus ancestros. Porque su arte, su trabajo es ancestral no solo por el material que utiliza sino por la sociología y cosmogonía de lo que plasma ya sea en la llanchama o en el lienzo o, también, en sus escritos.

“Las obras de Rember es una manifestación físico y mágico del mundo de la garza blanca, el misticismo que ha logrado con sus fondos negros es una clara evidencia de un espacio invisible que vive, se retroalimenta y transforma para sus habitantes”, señala Victoria Morales, quien es su curadora y principal crítica. Porque conoce a Rember y su trayectoria. También, Victoria, habla del trabajo de Santiago y Nereyda.

Sobre el padre dice “…talla la liviana madera de topa a esos mismos hijos de la naturaleza en su forma espiritual. Mambeando coca y lamiendo ampiri se le presentan multiplicidad de visiones que él atrapa para traernos al mundo físico. Con una vasta experiencia en tintes naturales extraídos de plantas, raíces y hojas; Santiago nos regala seres singulares y juguetones como Shiminbro “dueño de sonido”, Turuona “hombre sapo venenoso” y Fiodo “el saltamonte”.

Mientras que la misma Victoria dice sobre la madre “Nereyda, más cercana a la tierra y sus frutos elabora máscaras del totumo, donde dibuja los rostros de los hijos de la naturaleza, próximos habitantes de su casa; adornándolos con semillas de rosario, achira, huairuro, cáscaras de siringa, huesos de cocodrilo, pashaca, charapilla, escamas de paiche y arawana”.

Rember radica más de una década en la capital de la República, a donde llegó sin detenerse en la capital loretana, y mientras él se abre un camino en las artes peruanas sus padres combinan sus labores artísticas con los de la chacra y la enseñanza. Pero ni el uno ni los otros olvidan que tienen que regresar a su pueblo para seguir enriqueciéndose y también mostrar sus obras en esta Lima que poco a poco va despejando el camino para los artistas indígenas.

Y como una ironía que los dioses amazónicos sabrán comprender mejor que los mortales la directora del Museo Andrés del Castillo, Ana Mujica, está encantada con la exposición de este clan y con ella todo el personal en Iquitos, ciudad a la que Rember solo regresa en calidad de transeúnte, unos personajes escondiéndose en la oscuridad de la noche y de sus mentes, han arrancado el mural que mostraba para los iquiteños y demostraba a todos que su trabajo es importante para la interculturalidad y para reconocernos como indígenas y mestizos. Ya habrá tiempo, como en la chacra, para que otros cosechen de la siembra ancestral y se reconozca que el arte también es alimento para el pueblo. (Jaime Vásquez – vasquezj2@hotmail.com)

DATO Pinturas, esculturas y máscaras de los Yahuarcani López comenzó a exponerse el 3 de diciembre y continúa en la sala del Museo Andrés del Castillo por estos días debido a la acogida que tiene.