Tierra nueva cerró presentación de libros en Lima

La épica de excluidos

En las casas todavía están expuestas y mostradas las banderas rojas, todavía no se extingue  el ruido  de los troperos del los desfiles civiles y militares, todavía los ineptos burócratas no salen de la vagancia del feriado largo y todavía no se limpian las toneladas de basura y los destrozos de las áreas verdes ocurridas en Lima y otros lugares durante los festejos, cuando Editora Tierra Nueva acabó su participación en la XV Feria Internacional del libro de Lima.

En esa Lima sucia y tomada  por tanto provinciano huachafo y emprendedor,  era hacia el atardecer del día domingo primero de agosto cuando en la sala  José María Arguedas, el pintor y caricaturista Alfonso Rodríguez,  presentó la segunda edición de El linaje de los orígenes. La historia desconocida de los Iquito, de Percy Vílchez Vela. La obra, hecha en los talleres de la editora provinciana, sin querer ni proponérselo era todo un clamor de los marginados de hoy que no entran en las exitosas cifras oficiales, ni se benefician todavía de los logros de este gobierno. Porque hablaba de unos seres excluidos que, gracias a su propio esfuerzo y a su indomable voluntad, lograron  vencer todos los desastres.

¿Por qué cuánto le deben los Iquito a esta gestión donde el país  supuestamente avanza? ¿Qué le deben a Alan García Pérez, ese guachimán de las empresas y los empresarios,  esos oriundos de San Antonio  de Pintuyacu?  ¿Qué ha recibido del extravagante ministro Rafael Rey esa nación ejemplar que es una clave de la amazonidad?  ¿Qué gestión hizo César Zumaeta, el calentador eterno de los escaños por esa aldea que es parte de la ahora desaparecida Indoamérica que el extinto Haya inventó? Nada de Nada. La noche cubría ya con su oscuro crespón la ciudad capital cuando en el aire contaminado parecía flotar esa gesta secreta, desconocida, de unos indígenas que parecen habitan en otro país. Así se acabó la celebración veintiochera de Tierra Nueva, con más libros.