[Continuación de Plan de Lectura]:

Escribe Percy Vílchez Vela.

En la memoria de navegación del barco Don José quedará grabado el instante en que desde Iquitos cargó con 85 cajas, perfectamente cerradas, para trasladarlos a Requena. Los pasajeros de ese viaje no pudieron adivinar que esa carga nada tenía que ver con algún producto de la zona, un artículo para el comercio o cualquier otra cosa habitual en los viajes fluviales. Las cajas eran libros, ese gran invento de la humanidad, editados por Tierra Nueva. Esos libros, entre los que se cuentan a autores de primer nivel, como Ernesto Cardenal, Marco Martos y otros,   iban a ser entregados ayer miércoles a los docentes de 48 colegios de la provincia de Requena. Ello en nombre de otra etapa del plan de comprensión de lectura que ya ha mostrado sus primeros resultados alentadores.

El auditorio del impresionante local de la Ugel -Requena se vistió de gala la mañana del miércoles al recibir más de 5 mil libros que arribaron de Iquitos para la ceremonia de inicio de otra etapa del proyecto de comprensión de lectura. No es común ni corriente que tantos libros naveguen por el Amazonas, el Ucayali y el Tapiche, para desembarcar no en una librería encargada de vender ese bien, sino en un destino prefijado, en un destino escrito por variadas voluntades para acabar con la condena o la maldición del último lugar en comprensión de lectura. Contemplar tantos libros reunidos, tantos títulos y tantos autores, como convocados para una liturgia de las letras, es un episodio emotivo e impresionante. Más tratándose de la continuación de un plan de lectura que comenzó hace 3 años y que viene mostrando sus cifras cruciales, sus números definitivos.

En cualquier parte más de 5 mil libros llaman la atención. Pero esa mañana la cosa era más interesante y lo que también nos llamaba la atención era que en el pulcro ambiente del auditorio mencionado, mientras se procedía a escuchar las palabras de distintas personas y mientras se procedía a la entrega de libros a los distintos representantes de los colegios de la provincia, en el aire o en el ambiente había un impulso de fiesta de feriado o de domingo, de festejo urbano o campestre, nutrida de esa emoción vital, de esa alegría generosa,   de los están embarcados en convertir a Requena en una Atenas moderna del consumo del libro, donde todos y todas sepan leer y comprender lo que leen, alejados para siempre del ingrato último lugar en comprensión de texto.

El entusiasmo en cualquier parte es un capital importante. Es la única sabiduría, decía el poeta Martín Adán. Y entusiasmo, y a raudales, existe entre los que están involucrados en el proyecto de acabar con lo iletrado, con el analfabeto funcional. Existe en la empresa Tierra Nueva, en la Ugel – Requena y en el poeta, escritor y docente Gerald Rodríguez, encargado de llevar adelante el plan en el terreno de los hechos, en el campo mismo de las clases. El entusiasmo también existe entre los mismos docentes que pueden venir desde los lugares más remotos de la provincia a recoger sus libros. En esa energía, en ese vitalismo, de tantos descansa la clave del proyecto que recién tiene 3 años pero que desde un inició comenzó a mostrar resultados importantes.

En momentos en que en nuestro país las cifras deciden, en que los números mandan, el plan de lectura puede mostrar lo suyo. Puede mostrar sus resultados de acuerdo a las mediciones acordadas. Puede mostrar sus cifras sin mayores inconvenientes. Es decir, los números son alentadores, son carne para el optimismo, aunque parezca mentira. Ese avance también tiene a un actor en escena. Es el mismo estudiante de ambos sexos que viene demostrando que es capaz, que puede. Lo único que le faltaba era un impulso, una ayuda. La ayuda está allí, cerca de él y no lo desaprovecha. Porque como tantos está dominado por el entusiasmo. A ese paso pronto, y sin ninguna duda, Requena dejará de ser el patito feo en la lectura para convertirse en una verdadera Atenas de los libros. No le falta nada para que alcance esa distinción provechosa.

Desde luego, el plan de lectura que viene implementando la Ugel – Requena y Tierra Nueva, tiene su propio impulso, su propia dinámica. Y, acaso, su principal filosofía consista en que no maneja ninguna idea preconcebida, y rechaza todo desdén al alumno o alumna, porque considera que nada está dicho con respecto a ellos y ellas, y aparta de entrada todos esos ejemplares conocidos como literatura infantil u obras del plan lector, algo que no existe. Porque ese tipo de literatura, en estos tiempos, es un vulgar contrabando donde lo único que interesa es la ganancia. Ese último lugar del Perú en comprensión de lectura, hecho que se repite como una costumbre perniciosa, tiene mucho que ver con esa negociado infame. En estos pocos años hemos descubierto cosas importantes y fundamentales que lo diremos en su momento. Lo que cuenta por ahora es que se pude ejecutar acuerdos provechosos, alcanzar consensos que beneficien a determinado sector de la comunidad.

No he olvidado que nací en una aldea. Modesta pero muy importante. Así pasen los años y los desengaños, así me alcance la peste del olvido, en mi mente quedará siempre la imagen de hombres desembarcando cajas con libros de una nave flotando sobre el Tapiche. Quedará otra imagen, sin ninguna duda. Quedará la imagen de hombres o mujeres embarcándose en algunos barcos con paquetes con libros. En mi memoria estarán yéndose, navegando sobre el mismo oscuro Tapiche. De esa manera se fueron los docentes que vinieron de lejos, de la misma frontera de la provincia, ese día miércoles. O sea ayer. Navegando vinieron y así mismo se fueron para sus lugares, para esos pueblos, para esos caseríos, para esos abandonos, donde los estudiantes de ambos sexos les esperaban con fecunda impaciencia.