Escribe: Jorge Martín Carrillo Rojas

A poco de una semana del inicio de un nuevo gobierno llámese este ejecutivo y legislativo, la ciudadanía y sobre todo los periodistas estamos atentos a lo que será estos próximos cinco años.

Estos primeros días nos muestra a un presidente Kuczynski jovial aunque ya con una metida de pata al hablar de la presencia de parlamentarios fujimoristas no partidarios y ante una bancada como la de Fuerza Popular que parece, ojalá me equivoqué, haciendo fuerza por su lideresa Keiko y hasta por Alberto Fujimori y no por el país.

En ese orden de cosas, que ojalá se corrija, estamos además pendiente de lo que será la labor de los nuevos legisladores por Loreto. Dejando atrás los estilos para juramentar al cargo, en algunos casos pintorescos, de recuerdo familiar y de sobriedad para el: sí juro, lo que importa es estar atentos a ver si los cuatro legisladores sumarán o restarán por Loreto.

Habrá que esperar cual será la posición de los parlamentarios ante proyectos de ley que beneficien a la Amazonía. Será el momento para ver si los padres de la patria responden a intereses de grupo o de su bancada, o si realmente han sido elegidos para trabajar por la región a la que representan.

Algo que llamó la atención es lo señalado por el presidente de la República en su discurso inaugural, el de conectar a Iquitos, la tierra que fue testigo de su infancia con el resto del Perú, es decir con Lima y otras ciudades. Ante este anuncio han salido voces discordantes como de la legisladora Patricia Donayre quien ha señalado que los primero es ver el desarrollo sostenible de la Amazonía.

Y la pregunta básica: si el anuncio lo hubiese hecho Keiko Fujimori como presidenta, la opinión de la legisladora hubiese sido diferente. Dudo que no, y de pronto hubiesen salido voces contrarias.

Pese a la inicial oposición de la legisladora Donayre a un ofrecimiento del presidente Kuczynski, considero que su actuar en los próximos cinco años será pensando en la región, caso contrario será una decepción para quienes confiaron en ella. Creo que similar actuar será la del legislador Juan Carlos del Águila, la de Tamar Arimborgo y del oficialista Jorge Meléndez.

Y muchos dirán que estoy loco para pensar que los actuales legisladores trabajarán por Loreto. Y es que estando en tiempos en el que hay que ser positivos y sumar por el país, debemos otorgar a los legisladores el beneficio de la duda de que sí trabajarán por el desarrollo de esta parte del país.

Pero más allá del desempeño de los legisladores, lo que será fundamental será la fiscalización que hagamos los ciudadanos. Dependerá de esta labor para que los actuales padres de la patria trabajen y se sientan vigilados, caso contrario será oportunidad para cuestionarlos con fundamento y no vuelvan a recibir el respaldo de los electores.

Solo queda esperar expectantes para comprobar si esta vez los loretanos nos equivocamos o no en haber elegido a estos nuevos cuatro parlamentarios que por ahora pueden esbozar una sonrisa, la misma que podría borrárselas si su actuar no es el que espera la ciudadanía.       

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