200 Cerbatanas (Small)

A río revuelto. Ahora es cuando se ve el trabajo de los equipos de campaña electoral. Julio Guzmán y César Acuña han sido retirados, todo hace prever que de manera definitiva y es cuando el que duerme, se lo lleva la corriente. Más allá de las interpretaciones políticas muy justas para el discurso y la explicación, el tema acá a 30 días de los comicios es convocar los votos indecisos que van a flotar ahora más que nunca.

No cabe duda que el proceso 2016 ya se enturbió. Más por desidia en cuanto a la reforma electoral. No es posible que a tres meses recién se armen los aparatos de los organismos como el JN y la Onpe para el proceso electoral. Hay sin duda una explicación legal que justifica la salida de los dos candidatos, pero eso no quita que el proceso sea visto con mucha preocupación, ahora, por los organismos internacionales que ya se van pronunciando.

Eso que del APRA y los Fujimoristas están detrás de esto sirve para aplacar a los Guzmán y Acuña lover y el resentimiento en las redes. Hay una responsabilidad que se resumió en la pregunta del magistrado  Fernández Alarcón realizó ayer a los abogados de Guzmán. ¿En base a qué estaban defendiendo a sus candidatos Sobre el antiguo o su nuevo estatuto? Todos callados, no sabían o dijeron que recién iban a preguntar. Su discurso era apelar a términos principistas, constitucionales. Ellos, antes que nadie, tuvieron la responsabilidad, después échenle la culpa al resto.

Algo es claro. Todos esos votos de Guzmán y Acuña no irán al aprismo o Fujimorismo. De hecho todos son contestatarios a lo que ellos mismos llamaron dinosaurios y si hay cosecha posible de votos serán Verónica Mendoza o Alfredo Barnechea o tal vez PPK quienes tienen la palabra. Si algunos de los dos salientes quieren participar en un próximo proceso lo más coherente será que no apoyen abiertamente a ninguno. Si la desesperación y la revancha les ganan entonces lo harán por alguno, aunque esto demuestre poco cálculo o arribismo al poder.

Las primeras reacciones son las que cuentan o las que empiezan a mover la palanca que enganche votos. Por ejemplo este grueso está queriendo un discurso contundente contra el equipo del elenco estable. Es un sector joven y requiere de explicaciones más específicas en redes o posiciones más concretas en torno a deshacerse de lo que consideran contaminado. Un discurso radical juvenil estaría encandilando las masas. Y de hecho retar a la que va en primer lugar para generar la idea que ya se está segundo(a) es lo que olvidará rápidamente a los que se fueron.

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