COLUMNA: PIEDRA DE SOL

                                                             

Por: Gerald  Rodríguez. N

En el libro de lo imposible, no solo sucede lo que puede creerse como un empache de creatividad, imaginación y descaro para intentar persuadir que el sueño es la mismísima realidad, sino que la realidad alimenta este vademécum de lo imposible y que se encuentra desfasadas para ser considerado real, como es el caso real de Keiko Fujimori, candidata a la presidencia de la república, y ex congresista que faltó a su hemiciclo 500 días y sus noche, habiendo cobrado, matemáticamente, la remuneración de un congresista, por casi dos años, sin haber trabajado.

¿Qué nos ha pasado para perdonar estas cosas? ¿Acaso sus compañeros congresales nunca se percataron que solo ellos estaban legislando mientras que la señora Keiko no estaba, ni siquiera muerta, sino que andaba de parranda? ¿Y qué nos pasa hoy por hoy para intentar elegirla como nuestra próxima Presidenta de nuestro país, sin pensar que si gana, podríamos quedarnos sin presidenta 500 días más? Keiko no solo representa la corrupción de los años noventa, la gente que lo acompaña amerita dicha frase con su calificativo, sino que además de haber estudiado con la plata de todos los peruanos, que su padre se haya fugado, robando el dinero del Estado, después de haber muerto a jóvenes inocentes en el caso de la Cantuta; que en el local de su hermano le hayan encontrado droga, de propiedad del primo del hoy investigado Martin Ramírez; que ella misma no se haya atribuido una experiencia laboral para intentar gobernar, sino que además de no gustarle trabajar, no haya querido permanecer en el congreso por lo que se hizo, literalmente, “la vaca” más de 500 días, que ahora intenta justificar con la maternidad, acto sagrado de muchas mujeres peruanas que después de dar a luz, a la semana están incorporándose a trabajar porque el país los necesita. ¿Hasta eso no es un insulto a la inteligencia, a las mujeres luchadoras, que una ex congresista justifique la falta a su actividad parlamentaria tan solo porque iba a dar a luz? Ni que haya gestado quinientos días para que su parto le haya durado todo ese tiempo.

¿En realidad, qué nos pasa para que muchos peruanos crean que ella es la solución a toda esta crisis que está azotando el país, más que todo en el tema delincuencial, corrupto y desigual? ¿Acaso no es tan claro sus intenciones cuándo se ha descubierto su relación con el narcotráfico? ¿Acaso no es tan obvio que gusta del poder, que vivió de ello y que quiere intentar otra vez para dormir como vaga, robando la plata, y dejar a sus secuaces que hagan cualquier cosa en el gobierno? ¿Cómo la señora Keiko nos puede hablar de experiencia si se pasó 500 días andando, viajando, pagado por todos nosotros? ¿Qué tipo de gobierno queremos tener si la elegimos a ella?