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Criar un niño mentalmente fuerte, que sea capaz de afrontar los desafíos a los que tiene que enfrentarse para salir adelante es de vital importancia. Los niños mentalmente fuertes están preparados para los desafíos del mundo, son capaces de abordar los problemas de forma productiva, recuperarse de los fallos con eficacia y hacer frente a las dificultades de manera competente.

Si quieres que tu hijo pueda hacer frente a los desafíos que tiene por delante debes ayudarlo a desarrollar su fuerza mental.

Te decimos 5 tips para criar a un niño mentalmente fuerte:

  1. Corrígelo de una forma funcional

Cuando un niño se porta mal tenemos una excelente oportunidad para enseñarle habilidades específicas, como la capacidad de resolver problemas, el control de los impulsos y diversas habilidades de auto-disciplina. Estas habilidades le ayudarán a aprender a comportarse de manera productiva, a afrontar las circunstancias y contratiempos difíciles y a resolver sus problemas.

  1. Dejar que los niños cometan errores

Tu hijo aprenderá lecciones muy valiosas de la vida si le permites que cometa sus propios errores. La labor de un padre no es proteger a sus hijos del error, sino estar ahí para enseñarle que los errores son parte del proceso de aprendizaje, de modo que no debe sentirse avergonzado o incómodo por ello.

  1. Cuidar la negatividad hacia ellos

Es difícil para los niños que se sientan mentalmente fuertes cuando ellos mismos son humillados o cuando están prediciendo pesimismo y malos resultados. Sólo así podrás enseñar a un niño a no ser negativo y a pensar de manera más realista.

  1. Ayudar al niño a enfrentarse al miedo

Si un niño evita las cosas que le dan miedo nunca tendrá la oportunidad de ganar confianza en su capacidad para lidiar con el estrés que provoca esa situación. La solución pasa por acompañarlos y ayudarles a ganar confianza en sí mismos para afrontar sus miedos.

  1. Enseñar habilidades de control emocional

Para construir la fortaleza mental de los niños es necesario que tengan conciencia de sus emociones. No se trata de suprimir sus sentimientos, sino de enseñarles a elegir formas saludables para lidiar con esos sentimientos.