Toma de decisiones

Cuando los padres comienzan a ver cómo sus hijos tienen diferentes opciones a seguir y toman una decisión acertada, sin miedo al qué dirán, mamá y papá sienten un cúmulo de emociones de orgullo, al ver que su pequeño polluelo puede tomar sus propias decisiones sin necesidad de que ellos se involucren.

Ser amigo de tus hermanos

Por fin se terminan las peleas, los gritos, las rivalidades innecesarias, tú y tus hermanos pueden llevarse bien, platicar tranquilamente, hasta tener varias cosas en común. Ese es uno de los puntos de la madurez de los hijos que siempre tendrán tranquilos a los padres, orgullosos de una buena crianza.

Cuando pagas tus cuentas

«No te apures, mamá, yo lo pago», y el rostro de tu mamá se llena de lágrimas la primera vez que escucha eso. Los papás pasan alrededor de 20 años invirtiendo en la educación de sus hijos hasta que llega el feliz día en que pueden sustentar sus gastos y pueden cuidar finalmente de sus padres.

Una carrera estable

Que tus sueños se realicen es un gran regalo para tus padres. Cuando tus decisiones han ido en la dirección correcta y por fin estás donde quieres estar, tus padres absorben toda esa energía positiva que exhalas cuando eres feliz en tu trabajo.

Encuentras una persona que te quiere

Los padres siempre verán por la salud emocional de sus hijos, y ésta incluye el que tengas una relación estable, de respeto y cariño, donde puedas ser quien realmente eres y tu pareja pueda aceptarte así. Que su hijo esté enamorado siempre pinta una sonrisa en los labios de tu mamá y papá.